Si somos lo que proyectamos o lo que extendemos hacia afuera,
¿dónde está el dolor? o ¿porque sentimos dolor?
Partiendo de la idea de que el mundo con sus entramados conceptos y creencias es una fabricación de nuestra propia invención producto
de la idea que tenemos de nosotros mismo, y vemos en cada persona, objetos,
ideales, como un espejo que refleja nuestra propia imagen e identidad como
individuos separados del TODO, el dolor es un recuerdo del pasado venga de
donde venga, que usaremos como herramienta para lograr un objetivo.
El cuerpo
es lo que tenemos mas no lo que somos y toda manifestación dolorosa bien sea
física o mental es el resultado o consecuencia de un pensamiento erróneo que
tiene como causa la idea de separación.
Si
sentimos el dolor es porque creemos que podemos lograr algo con ello, es
reforzar la idea de que somos especiales, es una manera de decirle al otro:
-oye me duele la cabeza soy diferente a ti no me molestes–
o también
– oye me
duele la cabeza fíjate lo que soy capaz de sufrir-
Etc.
Cualquiera que sea el
contexto en el que se manifieste el dolor se trata de sentirnos especiales con
relación al otro. Aun mas si el dolor es derivado de situaciones en el plano
emocional ahí es más acentuada la “manipulación”.
Al experimentar dolor usamos los acontecimientos
pasados en arreglo a solucionar situaciones amparados en la idea de lo justo o
hacer justicia que no es más que la venganza hacia algo, alguien o algunos que nos ha hecho el “daño”.
Una toma de conciencia en el momento de experimentar el dolor le otorga a la
mente la posibilidad de un cambio de percepción sobre este, de manera que este
se mitiga o desaparece, se trata de una simple conexión con la realidad en la esencia
misma de tu SER que no tiene nada que ver con el tiempo ni el espacio valores
usados por el cuerpo para separarte de la FUENTE, preguntas como: ¿que gano yo
con este dolor? o ¿para que me sirve este dolor? invitan a una visión más
amplia desde otra perspectiva contribuyendo al deshacimiento de la idea del
dolor.
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Por: Cheo
los5minutosespiritusanto@gmail.com
https://cheomedina.blogspot.com.es/
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Los cinco minutos del Espíritu Santo
Junto con el perdón a uno mismo, es necesario reconocer que
Dios no hace monstruos, y por lo tanto nuestro ser está lleno de cosas buenas y
de posibilidades bellas.
En la historia de cada ser humano hay obras buenas,
intenciones positivas, cosas bellas que Dios mismo ha provocado con los
impulsos de su Espíritu Santo. Es necesario reconocer esas cosas. No para
enorgullecerse, sino para reconocer la obra del Espíritu y descubrir las
valiosas posibilidades que hay en nuestra vida. Esto es necesario para poder
mirar de la misma manera a los demás, con ojos positivos.
Es bueno entonces, repasar el propio pasado para recordar
esas cosas que nos hacen sonreír, esas acciones importantes que han brotado de
nosotros, esas cosas positivas que logramos hacer o decir, esos momentos que
nos hacen sentir que valía la pena nacer.
Es precioso ver cómo el Espíritu Santo ha ido actuando en la
propia vida, dejando su mensaje poco a poco, en medio de las tristezas, los fracasos,
los errores y las dificultades. El Espíritu Santo es el gran artista, que
también de las cosas malas puede sacar algo bueno, algo que sólo con el paso
del tiempo podemos llegar a descubrir.
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Enviado por: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa
ccp.eloisagutierrez@gmail.com
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