miércoles, 31 de agosto de 2016

Los cinco minutos  del Espíritu Santo


     "Ven Espíritu Santo, aplaca todo lo que da vueltas dentro de mí y enséñame a detenerme. No dejes que viva las cosas superficialmente, con esa prisa que me hace daño, con esa inquietud que no me permite disfrutar de lo que me regalas.

     Mira esa fiebre interior que a veces me atormenta. Calma, serena, aplaca esa carrera loca que hay dentro de mí.

     Ven Espíritu Santo. Enséñame a valorar el misterio de cada cosa y de cada ser humano, para que les dedique el tiempo y la atención que se merecen, para que pueda aprender el mensaje profundo de todo lo que me toque vivir.

     Ven Espíritu Santo, a derramar tu dulce calma en todo mi ser.

Amén."

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Enviado por: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa
ccp.eloisagutierrez@gmail.com 
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martes, 30 de agosto de 2016

“MI SECRETO DEL BUEN AMOR”

“MI SECRETO DEL BUEN AMOR”


… está en AMARSE uno primero,
para AMAR a los demás después…
… en amar para ENCONTRARSE,
y no para perderse…
… en AMAR para CREER,
y no para olvidar…
… en AMAR para CREAR,
y no para destruir…

… en ser la mejor yo, para mi,
para el otro…
y no para ser otra

… en aceptar la temporalidad
de las cosas, de la VIDA
y también… del AMOR

el único AMOR atemporal es el
infinito Amor DE DIOS
que está en MI CORAZÓN
y éste en el CORAZÓN DE DIOS

Gracias SEÑOR por estar en mi
corazón y permitirme estar en el tuyo
… esto me libera para amar en
en este plano temporal

... desde mi ALMA a mi CORAZÓN
a mi MANO que esto escribe..


Angie@
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Autor: ANGIE CRUZ   angiect1@gmail.com
            instructora de Yoga
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Los cinco minutos  del Espíritu Santo


     "Ven Espíritu Santo, aplaca todo lo que da vueltas dentro de mí y enséñame a detenerme. No dejes que viva las cosas superficialmente, con esa prisa que me hace daño, con esa inquietud que no me permite disfrutar de lo que me regalas.

     Mira esa fiebre interior que a veces me atormenta. Calma, serena, aplaca esa carrera loca que hay dentro de mí.

     Ven Espíritu Santo. Enséñame a valorar el misterio de cada cosa y de cada ser humano, para que les dedique el tiempo y la atención que se merecen, para que pueda aprender el mensaje profundo de todo lo que me toque vivir.

     Ven Espíritu Santo, a derramar tu dulce calma en todo mi ser.

Amén."

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Por: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa
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lunes, 29 de agosto de 2016

PERDÓN I Haskell

Este es un escrito que funciona como complemento al estudio de Un Curso De Milagros de las lecciones 57 a la 63 escrito por Brent A. Haskel en conjunción de Jesús. Podrás seguir esta lectura escuchando el siguiente audio

Perdón (I) [lecciones 57-63]

     Saludos de nuevo. Soy Jeshua. Hoy he venido
para seguir contigo mi comentario de:
     Un curso de milagros.

     Hoy deseo conversar un poco contigo
sobre las primeras nociones acerca del perdón.

     Ya has leído
que el perdón es de lo que trata este Curso,
que el perdón es tu salvación,
que el perdón es tu felicidad,
que el perdón es la luz en la cual verás.

     La lección también decía, “Dios es la luz en la que veo” (L44).

     Por tanto, el perdón es de la mayor importancia.
     Con toda probabilidad, no entiendes el perdón.
     Una de las lecciones previas decía que
no sabes cuál es el propósito de nada.

     Esta es una oportunidad para que abras tu ser
y reconozcas tu falta de entendimiento.

     Porque al hablarte del perdón, y de lo que ello realmente significa,
tu experiencia empezará a ir más allá de este mundo,
más allá de tu pensamiento, de tus ideas,
más allá de todo lo que te separa
de la realidad de lo que eres,
que es el Hijo de Dios.

     Hay una cosa acerca del perdón
que necesitamos mencionar en seguida.

     La oirás una y otra vez,
pues para todos vosotros en este mundo, en esta tierra,
esto es de extrema importancia.

     Lo que discutiremos enseguida
es lo que NO ES el perdón.

     El perdón NO ES, nunca, por ninguna razón, de ninguna manera,
perdonar a alguien por lo que él te ha hecho a ti.

     El pensamiento tradicional acerca del perdón,
está basado en la creencia de que ALGUIEN
te ha hecho algo inapropiado, injustificado…
se basa en la creencia en que algún acto,
de parte de una o varias personas,
ya sean seres queridos o enemigos,
algún acto…
ha supuesto algo que te ha hecho infeliz,
algo que te ha herido.

     Estoy seguro de que esta noción te resulta familiar.
Y, cuando perdonas,
la idea siempre ha sido que tú, de alguna manera,
mirarías más allá, pasarías por alto los errores que ellos han cometido.

     Y entonces, dirías,
“te perdono por haberme hecho este mal a mí”.

     Eso es, en cierto sentido, tu definición del pecado.

     Pero en este Curso has leído,
y sin duda que lo oirás de nuevo,
que no hay pecado. No hay culpa.

     Ningún ser puede ocasionarle un mal a otro.

     Escúchame bien.

     Siempre que quieras, aunque solo sea en la imaginación,
perdonar a otro por lo que él te ha hecho,
entonces, lo que realmente estás haciendo,
es atacar a esa persona,
y atacarte a ti mismo.

     Pues estás diciendo –¿no es así?– que es posible
que él pueda haberte hecho algún mal (cualquier cosa).

     Y si fuera posible que alguno de tus hermanos
haya podido jamás hacer algo así,
entonces sería posible igualmente que tú
pudieras hacer lo mismo.

     Si es posible que tu hermano pueda pecar,
entonces es posible que tú también.

     Así, el pecado se convierte en una realidad en tu mente.
Cuando lo afrontas por ti mismo diciendo,
“te perdonaré por lo que me has hecho”,
estás atacando perversamente tu propia invulnerabilidad.

     Y la lección decía,
“Mis pensamientos de ataque
están atacando mi propia invulnerabilidad” (L26).

     Ahora, de nuevo, escúchame bien.

     Tú eres el Hijo de Dios.

     Eres una expansión de la Mente de Dios Mismo.

     En ese sentido tú eres Dios.

     Y, como Dios, eres invulnerable,
te guste o no.

     ¿Qué significa eso, de nuevo?

     Significa que no puede pasarte absolutamente nada en tu vida,
en esta o en cualquier otra forma de tu vida,
a no ser que suceda por tu propia voluntad,
tu propio designio y tu propia elección.

     Es imposible que ningún ser te haga nada A TI, nunca.

     Diremos frecuentemente que nunca mires fuera de ti mismo,
porque no hay nada allí.

     Solo está tu Ser, y tú ERES toda la Creación.

     Esta verdad se convertirá en algo natural para ti, en una segunda naturaleza.

     Pero si por ahora la idea resulta difícil, no te preocupes.

     Simplemente escúchame de nuevo.

     Nadie puede hacerte nada A TI, nunca.

     Cuando te abras más y más a ese pensamiento,
a esa comprensión, y a la experiencia subyacente,
llegarás a reconocer que toda tu experiencia,
es, de hecho, tu propia elección,
incluso las que llamas dolor, miseria y daño.

     Y todas tus vanas fantasías
de que puedes ser infeliz
son solo tu propia elección.

     Escúchame bien.
     Si cualquier otro ser parece participar
en la representación de tu decisión por la infelicidad,
es solo producto del amor,
y porque tú quisiste que él tuviera ese papel.

     Así, ¿cómo es que tú, cuando deberías decir “gracias”,
cambias y dices,
“te perdono por el mal que me has hecho?”.

     Ya debería estar claro
que el “perdón” nunca es perdonar a alguien
por lo que te ha hecho.

     Es imposible que nadie pueda HACERTE jamás algo a ti.

     Si estás enfadado, nunca te engañes a ti mismo pensando
que estás enfadado con alguien.

     Estás enfadado contigo mismo.

     Si estás herido, nunca te engañes pensando
que otro te ha herido.

     Porque solo te has herido a ti mismo.

     Así, nunca sientas que perdonar a otro
es algo amoroso, apropiado,
o bueno, o gentil.

     Porque él no pudo hacerte,
no puede hacerte, y no te hará
nada A ti.

     Lo que llegarás a constatar
en lo más íntimo de tu ser
al considerar el perdón de algún otro,
es que el perdón consiste solo en darte cuenta dentro de ti mismo
de que nunca hay, y nunca puede haber,
nada que perdonar.

     El tema ni siquiera surgirá.

     ¿Y qué hay de “perdonarte a ti mismo”?
     ¿Debes perdonarte a ti mismo cuando cometes un error?
     ¿Debes perdonarte a ti mismo por no estar totalmente iluminado?
     ¿Qué haces si sientes que estás equivocado,
que has ELEGIDO dolor, enfermedad, o daño?

     Estás creyendo en tus pensamientos que te dicen que,
si estuvieras más avanzado,
si estuvieras totalmente iluminado, por así decirlo,
entonces no podrías estar sintiendo dolor.

     Y por tanto concluyes que debes ser malo, que debes estar equivocado.

     ¿Ves que es lo mismo?

     Si puedes llegar a un momento de frustración,
y calificarte a ti mismo de malo,
o de imperfecto, tal y como tú lo entiendas,
entonces, tu hermano se convierte igualmente en alguien capaz de ser malo, de errar.
Así, generas rabia hacia ti y hacia él,
y ocurre exactamente de la misma manera, aunque quizás sea más sutil,
que cuando eliges perdonarle,
o culparle, por hacerte algo a ti.

     ¿Hay alguna diferencia
entre acusar a tu hermano por hacerte algo a ti,
y culparte a ti mismo por algo que te has hecho a ti mismo?

     Tú eres el Hijo de Dios.

     Eres la expansión de la Mente de Dios.

     Eres un ser todopoderoso, un ser de Luz,
un ser de absoluta verdad y absoluto Amor.

     No hay nada que puedas desear o necesitar.

     Y tu único propósito en esta tierra
es soltar todo lo que te impediría comprender
que lo que acabo de decir es cierto.

     Al final, como tu perdón es tu salvación,
y como tu perdón es la salvación del mundo,
tu perdón solo perdona todas esas cosas
que podría parecer que, de alguna manera,
te apartan del conocimiento de que tú eres
el invulnerable Hijo de Dios,
un ser de Luz y de Amor.

     Toma esta idea ya mismo, y trata de sentir su realidad.

     El verdadero perdón consiste simplemente en desestimar todos esos obstáculos
que parecen separarte de tu herencia,
de tu verdadera naturaleza como el Hijo de Dios.

     Regresemos por un momento a la idea de culparte a ti mismo,
y de entonces tener que perdonarte por hacerlo.

     Si piensas por un momento,
comprenderás que siempre que te culpas a ti mismo,
todo lo que estás haciendo es tratar con el tiempo.

     Cuando escuchas, dentro de tu ser,
la verdad de que eres el Hijo de Dios,
que eres invulnerable,
ya sabes que eres perfecto,
que ese perfecto amor y felicidad SON tuyos.

     Pero, lo que sientes cuando vives en esta tierra,
es que el perfecto amor y la felicidad perfecta
SERÁN tuyos.

¿Ves la diferencia?

     Lo que te estás haciendo cuando te culpas a ti mismo
por no ser perfecto ahora,
es adorar el tiempo.

     En la medida en que alguna vez te sientas frustrado
por no estar totalmente iluminado,
por no estar completamente en paz,
por no estar curado de todo dolor,
de todas las enfermedades y todas la tristezas…
lo que estás haciendo es reafirmar eso que llamas “tiempo”.

     Y estás eligiendo el tiempo por encima de la Voz de Dios.

     Ahora bien, hacer eso no constituye un mal para ti,
porque tu elección de venir y vivir en la forma humana
es la elección de EXPERIMENTAR tu cuerpo, el espacio y el tiempo.

     Y tu perdón te llevará más allá de todos esos obstáculos,
los más importantes de los cuales son tu cuerpo, el espacio y el tiempo mismo.

     En tu perdón serás liberado
de la prisión del espacio, del tiempo y de tu cuerpo.

     Porque estos son solo productos de los pensamientos que tienes.
Y ya hemos dicho antes, a menudo,
que tus pensamientos no significan nada.

     Tu perdón te conducirá a un punto
donde reconocerás, más allá de tus ideas y pensamientos,
que tu cuerpo y que el espacio y el tiempo mismos
son solo tus pensamientos, que no significan nada,
y que definitivamente no son reales.

     Por tanto, tú eres libre.

     Así, en tu perdón serás libre.

     Escúchame bien.

     He dicho, SERÁS libre.

     Porque yo honro, con amor, tu creencia en el tiempo.

     No te llamo “malo” ni digo que estés “equivocado”
por haber elegido ser un ser humano,
para vivir en esta tierra.

     Tampoco te consideres tú así.

     Cuando te sientes frustrado, cuando te sientes enfermo,
cuando te sientes deforme, cuando sientes dolor en tu vida,
cuando sientes que la vida es compleja y que no tienes respuestas,
comprende que lo que estás haciendo es
creer en el tiempo y en el espacio
principalmente en el tiempo.

     Ahora, empieza a sentir dentro de tu ser
que el tiempo pasará.

     Entonces, todo lo que calificaste de frustración,
y de miedo, de duda y dolor,
pasará,
pues, en ausencia del tiempo, eso no puede ni existir.

     Por un momento juega con este pensamiento.

     Imagina que no hubiera pasado;
imagina que no hubiera futuro;
entonces observa qué queda que puedas temer.

     Comprenderás enseguida que no hay NADA.

     Recuerda esa lección que decía, “No hay nada que temer” (L48).

     Cuando escribí esa lección,
sabía que el espacio y el tiempo,
y todos los obstáculos que ellos representan
ante la verdad de lo que tú eres como el Hijo de Dios,
son solo tus pensamientos,
y no significan nada.

     Pues tú eres libre.

     Por ahora, es suficiente con que estés en un punto
donde comprendes que el espacio y el tiempo PASARÁN.

     Y mientras creces dentro de la belleza,
la paz y la alegría del perdón,
esto es lo que estarás perdonando:
el espacio, el tiempo y vuestros cuerpos.

     Porque sin todo ello
no te llevaría nada de tiempo comprender
que nadie puede hacerte nada a ti.

     Pues tú, junto con Dios, eres el creador del universo.

     Y, en ese momento, reconocerás tu libertad.

     Por ahora, cuando te sientas tentado de culparte a ti mismo,
comprende que lo que estás haciendo es
tratar de honrar el espacio y el tiempo,
y de honrar pensamientos que, al final,
no significan nada.

     Entonces regresa a la lección donde decías,
“No entiendo cuál es el propósito de nada”.

     Regresa a la lección que dice,
“La Voz de Dios me habla durante todo el día” (L49).

     Y regresa siempre a la lección que dice,
“No hay nada que temer” (L48).

     Cuando dejes tus miedos,
que son tu creencia en el espacio y el tiempo,
empezarás a comprender que la Voz de Dios, de hecho,
te habla todo el día.

     Y empezarás a oír esa Voz.

     En ese momento
vas a ver que la complejidad de tu vida desaparece.

     Te encontrarás sabiendo qué hacer,
qué decir y qué ser.

     Habrá una certeza dentro de ti.

     La certeza te conducirá a la paz.

     De la paz vendrá la alegría.

     En tu alegría reconocerás que no hay nada que temer.

     Y en tu liberación del miedo,
estarás creciendo en el perdón.

     Nunca te veas como equivocado.

     Solo retrocede y di,
“No entiendo el propósito de nada”.

     Entonces haz todo lo que puedas para abrirte a la Voz de Dios,
que te habla durante todo el día.

     Cuando te abras, oirás la Voz de Dios.

     Y lo único que te aparta de seguir la Voz
es tu creencia en el espacio y el tiempo.

     Según escuches la Voz de Dios,
haz todo lo que puedas para decir “No hay nada que temer” (L48).

     Pues entonces estarás yendo
hacia tu libertad,
y tu paz,
y tu alegría,
y al amor.

     Mas sobre todo no te consideres “malo”, equivocado.

     No puedes estar equivocado, pues eres el Hijo de Dios.

     Tú eres la expansión de la Mente de Dios Mismo.

     Eres la felicidad, la alegría, la luz,
y la belleza del universo entero.


     Bendiciones para todos. Eso es todo.

Para escuchar audio: Aquí 

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Autor: Brent A. Haskel
Obra: VIAJE MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS
Enlaces relacionados:  unplandivino.net
Para escuchar audio: Aquí 
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Perdón II en siguiente salto de Pag.

Los cinco minutos del Espíritu Santo

     Cuando intentamos perdonarnos y aceptarnos a nosotros mismos, es bueno tratar de expresarlo con signos. Esos signos deben manifestar el amor y el cariño hacia nosotros mismos, y al mismo tiempo nos ayudan a experimentar de distintas maneras el amor del Espíritu Santo.

     Una forma de expresarlo es evitando todo maltrato, como los insultos a uno mismo, el descuido excesivo de la propia apariencia, las agresiones al propio cuerpo con exceso de comida, alcohol, dormir en exceso, etc. Porque eso no es ser una persona espiritual.

     Hay otra manera más positiva de ayudarnos: brindándonos pequeños placeres sin sentir culpa, porque dice la Biblia que Dios creó todas las cosas "para que las disfrutemos" (1 Timoteo 6,17). Por ejemplo, puede ser el intento de comer lentamente, disfrutando más la comida.
  
     Puede ser regalarse un paseo agradable, sin pensar en lo que hay que hacer después.

     Puede ser una salida con los amigos vivida como un regalo del amor de Dios y agradecida en la oración. 

     También podemos expresarlo con masajes, mejorando la habitación donde vivimos, deteniéndonos a contemplar algo que hemos hecho bien, etc.

     No es suficiente que nos perdonemos a nosotros mismos en la oración si luego no hacemos un camino para querernos a nosotros mismos en la vida cotidiana.


     Porque el Espíritu Santo, que es amor invisible, quiere hacernos experimentar su amor también en nuestro cuerpo; pero para eso necesita de los demás y también nos necesita a nosotros. 

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Por: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa
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domingo, 28 de agosto de 2016

Los cinco minutos del Espíritu Santo


"Ven Espíritu Santo, tú que derramas luz para comprender las cosas, enséñame a reconocer los mensajes de mi vida.

     A veces, cuando miro hacia atrás, veo los momentos negros y tristes de mi propia historia; brotan recuerdos que me hacen sufrir.

     Ayúdame a mirar mi historia con otros ojos, para que pueda reconocer tu presencia en esos momentos, y así descubra lo que has querido enseñarme a través de esos acontecimientos.

     Ven Espíritu Santo, para que vea que todo tiene algún sentido, alguna luz, algún para qué. Ven, para que recuerde con gozo los momentos bellos, grandes y pequeños, para que pueda descubrir que, a pesar de todo, valió la pena haber vivido.

     No permitas que las nubes me impidan ver el sol que también ha brillado a lo largo de toda mi existencia. 
     
     Ilumina mis ojos, Espíritu Santo, para que pueda reconocerlo, y sepa darte gracias con sinceridad por mi vida entera.
Amén."

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Autor: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa


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sábado, 27 de agosto de 2016

INVOCACION A LA MENTALIDAD RECTA - Susana Ortiz



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Autor: Susana Ortiz
Fuente: https://youtu.be/AYYTub-FxtU
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Los cinco minutos del Espíritu Santo


"Ven Espíritu Santo".

     Me han dicho que soy como un diamante en bruto, una piedra preciosa que está llamada a resplandecer con toda su belleza.

     Pero para ofrecer todo mi brillo, necesito ser tallado, pulido, trabajado.

     Ven Espíritu Santo

     Ven a tallar este diamante que tú has creado, ven a sacar de mí todo lo bello que tú mismo me has regalado.  
     
     De mi corazón pequeño saca los mejores actos de amor; de mis labios saca las mejores sonrisas y las mejores palabras; de mis ojos saca las miradas más buenas, comprensivas y pacientes; de mis manos saca las mejores acciones, las mejores caricias, los gestos más bellos.

     Ven Espíritu Santo, a realizar tu obra en mi vida.
Amén."

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Autor: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa

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viernes, 26 de agosto de 2016

Los cinco minutos del Espíritu Santo


     Ven Espíritu Santo. Hoy es un día más, pero quiero vivirlo como si fuera el último, como si fuera el único.

     No quiero desperdiciar este don maravilloso de un día de vida, no quiero desaprovechar este regalo de amor.

     Dame la gracia de pasar un buen día, soportando con paciencia las dificultades, los límites, las contrariedades, y disfrutando a pleno cada experiencia agradable, reconociendo la nobleza de cada ser humano, y descubriendo tu presencia en cada instante.

     Ven Espíritu Santo, para que no angustien demasiado los problemas, los dolores, las situaciones imprevistas. Ayúdame a aprender algo bueno de todo eso.

     Dame la capacidad de adaptarme dulcemente a todo, para seguir caminando con calma y esperanza.

     Ven Espíritu Santo, y regálame un buen día.
Amén." 
                       

      Recordemos que el Espíritu Santo es nuestro Guía en la jornada del Amor, por ello queremos tener una relación íntima Con Él y así conocerle profundamente.

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Autor: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa
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jueves, 25 de agosto de 2016

Parar de pensar... ¿Para qué?


“Pienso 99 veces y nada descubro. Dejo de pensar, me sumerjo en el silencio, y la verdad me es revelada”.

Albert Einstein


     Nuestra mente es inquieta, es dispersa por naturaleza. Su combustible es la variedad. Si dejamos de proporcionarle estímulos, el combustible se agota y la actividad mental cesa. En ese punto, entramos en un estado de súper-conciencia conocido como estado de meditación, en el cual aumenta la lucidez. Su nombre más apropiado es intuición lineal; veamos por qué. 
     La intuición es aquel conocimiento que nos llega por vía directa, sin la intervención de mecanismos mentales como la lógica, la memoria o las asociaciones; es lo que la psicología llama insight. Como explica el educador DeRose, la intuición común es como el flash de una cámara fotográfica, se enciende apenas un instante, y la intuición lineal es como el de una filmadora, que se enciende y permanece encendido por más tiempo. La intuición lineal se mantiene fluyendo voluntariamente por un segundo o más, y ese segundo proporciona un gran caudal de conocimiento. Es así como surgen grandes ideas, se comprenden cosas que intelectualmente no estábamos pudiendo comprender, y accedemos a un conocimiento más noble y más valioso para tomar decisiones.

     El lector se preguntará si realmente es posible alcanzar ese estado. Y le respondo que sí, claro que sí. Existen técnicas específicas de concentración y saturación mental, que consisten en posar la atención en un solo objeto, por ejemplo un símbolo o un sonido, y no analizar nada, no intelectualizar, simplemente contemplar. Luego de algún tiempo, al llevar una y otra vez la atención a ese punto, la mente se satura y se detiene.

     Pero por encima de ese estado de súper-conciencia, hay otro: el de híper-conciencia o mega lucidez. A ese estado busca conducirnos el Método DeRose. Para conseguirlo utiliza un conjunto de técnicas y conceptos que provienen de tradiciones muy antiguas, de más de 5000 años. 

     ¿Y qué sucede cuando el individuo expande su conciencia? Va aumentando su lucidez y se transforma en una persona más consciente de sí misma y de su relación con el entorno social y ambiental; así, se descubre capaz de interactuar con él para mejorar el mundo en el que vive.

     Para que esto se comprenda mejor, transcribo parte de una entrevista realizada a DeRose por el periodista António Mateus, de Lisboa.
     …Cuando el individuo tiene más lucidez, lo primero que ocurre es que va a ser mejor en su trabajo, su posición en la familia, su compromiso con cualquier ideal, ya sea político, humanitario, filantrópico, artístico, cualquiera que sea. Y además él se siente integrado. Cuando el individuo aún no tiene una conciencia plena, cree que el mundo se divide entre yo y los otros. En el momento en que su conciencia se expande, se da cuenta de que no existe esa cuestión de “yo y los otros”, que somos todos una sola cosa, estamos todos interconectados, no solo dentro de la especie humana sino entre todas las especies y con el propio planeta… 
     …Una de las cosas que una conciencia mayor nos concede, es darnos cuenta de que no sirve solo el discurso, no basta la intención, es preciso llevar a cabo. Es necesario tener la iniciativa y la “acabativa”… él (el individuo) va expandiendo su campo de actuación… Pasa a ser una persona que actúa y que modifica el mundo en que vive. Y como esa persona, en general, es una persona que tiene nobles ideales, al modificar el mundo en que vive, lo modifica para mejor.

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Autor: Silvina Tenenbaum
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Los cinco minutos del Espíritu Santo


     Me detengo un momento sólo a respirar. Simplemente existo, y respiro. Presto atención sólo a la respiración, al aire que entra en mí y que sale de mí. Y me dejo estar, me abandono. Con dulzura, aparto todos los pensamientos, recuerdos e imágenes que vayan apareciendo, y vuelvo a concentrarme con serenidad sólo en la respiración. Me detengo sólo a gozar de la existencia, que es un invaluable regalo.

      Así, abandonándome, voy dejando nacer un sentimiento positivo de gratitud y de verdadera paz. Al fin de cuentas, más allá de todo, vale la pena existir. Es mejor que no ser. Este presente es maravilloso. Gracias, gracias. 

Dejo que el Espíritu Santo vaya haciendo crecer poco a poco ese sentimiento de dulce gratitud.

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Autor: Eloisa Gutierrez
Twitter: @ccpeloisa
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Tu capacidad de elegir

Tu capacidad de elegir En apariencia creemos que establecemos la capacidad de elegir o la toma de decisiones  en muchas posibles al...